Consulta
Hola soy N.
Sigo adelante con los procesos legales en España e Italia sin obtener resultados. La situacion se esta volviendo cada vez mas desesperada sea en ambito judicial, por los continuos retrasos y la duracion de los tiempos, sea la personal con mi exmarido y mis hijos.
Pese que el tribunal español se ha pronunciado diciendole que esta obligado a dejarme ver y tener una relacion con mi hija, el sigue haciendo caso omiso y no consigo ver a la niña despues de casi dos años.
La comunicacion telefonica cada dia es mas dificil porque sigue interfiriendo y obstaculizandome el hablar con mis hijos. Me siento como una presa en manos de su victima, me siento victima de un depredador que no me da paz, esta intentando por todos los medios mermar mi autoestima, dañar mi imagen, sea publica, sea privada delante de mis hijos y les esta haciendo un daño terrible.
Esta adoptando diversas tecnicas para interferir en la comunicacion con mis hijos, aparte de las mentiras que les cuenta, la ultima forma que ha adoptado es que cuando llamo a mis hijos crea desasosiego molestando continuamente, dando voces, hablando con ellos mientras estan en comunicacion conmigo y lo peor de todo, mientras hablo con mi hijo lo molesta sacudiendolo y pellizcandolo hasta el punto que el niño me ha llegado a decir que el papa le hace daño mientras habla conmigo.
Mi impotencia y desesperacion es infinita. Hace vivir mal a mis hijos el momento de comunicacion telefonica, me imagino que en su miserable mente intenta obtener que los niños vivan con desagrado este momento y que al final sean ellos mismos los que rechacen la comunicacion conmigo, por asociarlo a un momento desagradable y de malestar.
¿Se puede caer tan bajo? Esta haciendo daños irreparables psicologicamente a mis niños y yo no puedo hacer nada porque la situacion que ha creado a nivel legal es talmente compleja, que no se consigue hallar una solucion. He pensado si no seria conveniente hablar con Vicente Garrido para que me aconseje. -N.
Respuesta
Querida N, vemos por su consulta que viene usted pasando un auténtico calvario judicial y personal, por lo tanto vamos a intentar orientarla en los problemas que usted tiene en los dos ámbitos.
En relación con la lucha legal que viene manteniendo con su ex y que, además, para mayor complejidad, tiene lugar en tribunales de Justicia de dos países, quiero informarle que la situación que usted está describiendo es muy difícil que la resuelva una sentencia judicial. Me explico: independientemente de que usted pudiera conseguir sentencias favorables en todos los Tribunales, lo que de verdad está dificultando que usted tenga una relación normalizada con sus hijos parece ser la personalidad de su ex que. según cuenta, está poniendo todos los impedimentos para que usted se relacione con los niños.
Por lo tanto, aunque no me atrevo a sugerirle que abandone la vía judicial, sí le sugiero que busque el consejo de un abogado imparcial, que estudie todos los procedimientos que usted tiene iniciados y le aconseje respecto a los que merece la pena continuar y los que debería usted abandonar. Nuestra sugerencia se basa en que hemos comprobado que las luchas judiciales de larga duración desgastan la economía, la moral e incluso la salud de los implicados, y muchas veces cuando se llega al final se comprueba que no valió la pena el esfuerzo, el desgaste y el tiempo empleado. Si usted no cuenta con un abogado imparcial que pueda aconsejarle en este asunto, nosotros podemos ponerle en contacto con profesionales que la asesorarán sin que le suponga un gran desembolso.
Respecto a las dificultades que está usted teniendo para relacionarse con sus hijos, entendemos que su ex está ejerciendo un boicot contínuo que llega incluso a la agresión a los niños para impedir su comunicación con ellos. Esta conducta describe con bastante claridad la personalidad de su ex esposo, por lo que comprendemos que esté pensando en consultar al Profesor Garrido, indiscutible experto en el tema de violencia.
No obstante, nosotros nos permitirnos sugerirle que, en aras a garantizar la seguridad de sus hijos y de modo provisional, debe usted cesar sus intentos de contacto con los niños, siempre y cuando les explique que no va a intentar un nuevo contacto mientras usted no tenga la seguridad de que eso no les producirá una nueva agresión por parte del padre.
Comprendemos que usted pueda negarse a esta sugerencia porque piensa que está dejando a los niños en manos del padre, pero la realidad, N, es que sus hijos están realmente en manos del padre y en este momento lo mejor que puede hacer usted por sus hijos es adoptar la estrategia salomónica, es decir, que se los quede él, para evitarles males mayores.
Aunque es casi imposible que un sujeto con las características de su ex pueda evolucionar para bien, la realidad es que, según nuestro punto de vista, su esperanza debe estar puesta en el futuro; esto es en que sus hijos crecerán y buscarán el contacto con su madre y sólo entonces es posible que se construya una relación satisfactoria.
Por último, N, nos gustaría que fuera consciente de que su prioridad es que usted se cuide, se proteja, tome las decisiones, haga los arreglos más convenientes y que sepa adaptarse a una situación difícil pero no irreversible. Todo esto le va a permitir afrontar con calma este periodo de su vida a la espera de reanudar la relación con sus hijos.
Le deseamos mucha serenidad y cuente con nosotros para consultarnos cualquier cambio de circunstancias que se pueda ir produciendo.
