lunes, 19 de octubre de 2009

Consulta #14: Mi hija paga conmigo las faenas que le hace su padre

Consulta
Llevo 2 años separada y tengo una hija de 7 años. Yo no tengo grandes problemas con mi ex porque no espero nada de él, precisamente me separé porque a él le gustaba llevar una vida tan desorganizada que era imposible vivir con él. Cambiaba de trabajo, yo nunca sabía su horario, su sueldo, donde estaba, etc. Pero el problema es que desde que nos separamos nunca cumple su palabra con mi hija, ni cumple los fines de semana, ni la hora a la que queda en venir a recogerla, etc. Como ella está loca con ver a su padre, yo acepto con cualquier día de la semana que él quiera venir a verla, pero el problema es que él la llama y le dice que viene a las 6 y pueden ser las 8 de la tarde y no ha venido. Pero es que mi hija se prepara con media hora de antelación y se sienta en la puerta de la casa a esperar y cuando empiezan a pasar las horas se enfada conmigo, me culpabiliza a mí, me dice que no ve a su padre porque yo quise separarme y aunque yo sé que esto lo dice porque está frustrada todo esto me desmoraliza

Lo que mi hija lleva peor es que no venga a buscarla cuando él dice que va a venir y que le prometa cosas que nunca cumple como viajes o regalos, porque tengo que decir que él nunca me ha dado la pensión de la niña pero le promete que la va a llevar a Disney Paris.

No se qué hacer para no ver sufrir a mi hija, porque veo que yo quise acabar con las mentiras e informalidades de ese hombre en mi vida y ahora está haciendo lo mismo con la niña. -María.


Respuesta

El problema que tiene María, con pequeñas variaciones, es muy común tras la separación: se trata de que problemas que una persona tenía con el cónyuge persisten y siguen afectándonos a través de los hijos.

En realidad, María, su hija, con 7 años, ya tiene edad suficiente para entender algunas cosas como, por ejemplo, que hay personas puntuales y personas impuntuales, y hay personas que cumplen siempre sus promesas y otras que no las cumplen todas las veces, y que, dependiendo de cómo sean las personas, nosotros debemos adaptar nuestra forma de actuar. En definitiva, ella tiene que entender quién y cómo es su padre y aceptarlo …o no aceptarlo.

Toda esta información debe usted explicársela a su hija sin cargarla de tintes afectivos, es decir, sin juzgar ni calificar a su ex. Por ejemplo, si usted dice a su hija: “Como no estamos seguras de la hora a la que vendrá papá, podemos irnos al parque y él cuando llegue nos llamará al móvil”, esto es dar información objetiva a su hija al mismo tiempo que le ofrece una actividad alternativa a su improductiva conducta habitual de sentarse a la puerta de la casa a esperar a su padre.

Pero si usted le dice: “Vámonos al parque porque como tu padre siempre llega tarde es una tontería quedarnos en casa”, aquí usted ya está prejuzgando al padre y se va a encontrar con una reacción adversa de su hija por un asunto del que usted no es responsable.

En definitiva, se trata de que su hija acabe por aceptar características incómodas de su padre y aprenda a actuar en consecuencia.

Como regla general, en las relaciones de nuestros hijos con nuestro/a ex, debemos intentar mantenernos lo más al margen posible e intentar siempre no juzgar ni calificar al otro.

Le deseo mucha suerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Participa con tu opinión o cuéntanos si has tenido una experiencia similar.